Blog de Lola Ranera


Historia de Amor
enero 8, 2010, 11:47 AM
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Extracto de mi intervención en el Homenaje a las Asociaciones y los líderes vecinalel del Rabal.

Amigos y amigas. Vecinas y vecinos.

Quizá os sorprenda un poco, pero esta tarde he decidido que en lugar del discurso solemne e institucional que había preparado, os voy a contar una historia de amor. Sí, no me he equivocado de sitio, ni de hora, ni me he vuelto loca. Hoy os quiero contar una historia de amor.

Es la historia de unos enamorados. A uno de ellos lo conocéis bien, es muy guapo, apuesto, y aunque ya tiene bastantes años podemos decir que no ha sido hasta 2008 cuando realmente ha madurado.

¿Todavía no sabéis quién es? Os daré más pistas: durante años vivió al margen de todo, estaba más bien alejado y apartado de lo que sucedía en el resto de la ciudad. El ha sido y será toda la vida progre. Hijo de familia obrera, pero que ha sabido, con esfuerzo y tesón, prosperar y forjarse un futuro prometedor. Él ha sido siempre reivindicativo, luchador y muy participativo. ¿De verdad aún no sabéis de quién hablo? Os daré la última pista, él fue moro, judío y cristiano. Efectivamente amigos, el novio del que hablo es el distrito del Rabal, ya os decía: “Al margen”, “progre”, “reivindicativo” y sobretodo muy “próspero”.

Ahora que conocéis al primero de los enamorados, seguro que os resulta más sencillo averiguar cuál es el otro, o más bien, quiénes son los otros. Porque El Rabal tiene muchas parejas, muchas personas enamoradas de él.

La historia de amor de la que os hablo, es la historia entre El Rabal y sus vecinos, entre El Rabal y cada uno de nosotros. Los vecinos de toda la vida y los que acaban de llegar, los de Vadorrey o La Jota, los del Barrio Jesús o los de Balsas, a este lado del río no hay vecino que no esté enamorado de su barrio.

Y os digo más amigos, esta historia entre nosotros y el Rabal, no va de amor platónico, ni amor fraternal, ni mucho menos de amor casto, lo que aquí sentimos por nuestro barrio es amor pasional, de ese que te electriza el cuerpo y te hace perder la cabeza.

Es verdad que somos miles los que compartimos esta devoción por El Rabal, pero no somos celosos, creemos en las relaciones abiertas y liberales y estamos encantados de compartir nuestro amante con todos los demás.

Somos miles de enamorados, es verdad, y el Rabal suele querer a todos por igual. Pero también es verdad, – vosotros lo sabéis, yo lo sé, y sobretodo el barrio lo sabe- que hay unos pocos que son especiales.

De entre todos los miles de amantes que tiene el barrio, hay un grupo de unos pocos por los que El Rabal siente predilección. Son poetas vecinales, capitanes de plazas y calles, reyes de la lucha obrera y periférica de Zaragoza.

Sí amigos, esos amantes especiales, esa pareja predilecta de El Rabal, – sois vosotros- , lideres vecinales y del tejido asociativo local, que lleváis años entregando vuestro amor a este barrio, que estáis tan enamorados que sois capaces de todo por él, que habéis conseguido que El Rabal sea el barrio más bonito y con más futuro de la ciudad.

Habéis trabajado duro, hemos trabajado duro, ahí está la EXPO 2008, el Balcón de San Lázaro, las Jornadas de Revitalización, las Fiestas, el Convenio con la Cámara de Comercio.

Pero tenemos por delante retos aún más importantes, la oportunidad que representa la EXPO 2014 podría suponer el colofón para el Barrio Jesús, La Jota y Vadorrey; o la concreción de un Plan de Revitalización el impulso del Picarral y el Arrabal. Quiero desde aquí hacer un llamamiento a todos los vecinos para que aglutinen su voz y le exijan al Partido Popular, particularmente, a Luisa Fernanda Rudi, que se deje de cálculos electorales y de estrategias de partido. Que no frustre el sueño de miles de vecinos enamorados de este barrio, por querer sobreponer sus intereses personales.

Todo el mundo tiene que saber que lo hemos conseguido en este barrio se debe a la fuerza sumada de lideres vecinales y políticos que hemos apostado por El Rabal, que nos hemos creído en El Rabal y que nos hemos enamorado de El Rabal.

Es verdad, no lo vamos a negar, que a Luisa Fernanda le pega más andar enamorada del Paseo de la Castellana o la calle Génova, que de este barrio en la margen izquierda del Ebro.

Pero lo importante es que hoy estamos aquí para inaugurar la fiesta de la participación ciudadana en el Rabal, para rendir homenaje a los lideres vecinales y otras asociaciones del barrio, defensores de la margen izquierda, héroes cotidianos de una batalla continua por la mejora del barrio y del bienestar de sus gentes.

Protagonistas todos ellos de una historia de amor. Decenas de historias de amor verdadero…



La izquierda posible
enero 8, 2010, 11:37 AM
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Un extracto de la intervención que realicé en el último Comité Regional del PSOE.

Es hora de cambiar el discurso, llevamos demasiados meses a la defensiva. Llevamos demasiados meses atrincherados recibiendo el ataque constante de la derecha mediática,  excusándonos por los malos datos económicos, pidiendo disculpas por la crisis.

Es verdad que esta crisis es la más dura y dramática que hemos vivido jamás. Es verdad que la crisis tiene rostro, todos tenemos amigos en paro, todos tenemos familiares con apuros, esta crisis, nosotros sí que lo sabemos, tiene nombre y apellidos.

Todo esto es verdad, pero esta crisis no la hemos provocado nosotros. No somos, en absoluto,  los responsables de esta situación.

Los socialistas sí somos, sin embargo, la única solución posible. Somos también la única esperanza para construir un mundo más justo e igualitario.

Si alguien debería estar preocupado y avergonzado por esta gran crisis, si alguien debería pagar por ella, esos deberían ser la entente ultra liberal y ultra conservadora que lleva medio siglo enriqueciéndose a manos llenas, que engañó al mercado con sus promesas de economía libre sin control, al tiempo que se permitían el lujo de darnos lecciones de moralina casposa.

Los socialistas somos la izquierda posible, aquella llamada a liderar la recuperación ética y económica de una sociedad global en transición.

Debemos darnos cuenta de los cambios que se están produciendo. Ser respetuosos y solemnes con nuestra historia centenaria, pero al mismo tiempo adaptarnos a la transformación vertiginosa que vive la sociedad. Una nueva forma de trabajar en red, mucho más horizontal, más transparente, más transversal. O estamos dentro o nos quedaremos fuera.

Desde hace ya bastantes meses, al leer el periódico o al ver el telediario, he comprobado que las bases de la comunicación política están cambiando también. El enfoque de las noticias está centrado cada vez más en las personas, en el factor humano, y cada vez menos en las siglas, en las organizaciones y en los partidos.

Ahí está el caso de Obama, cuyo personaje superó en las elecciones al partido demócrata, y que ahora trasciende de la figura de presidente de EEUU. O más recientemente, el papel de Aminetu Haidar, cuyo protagonismo personal ha sido mucho más potente que la causa que representa.

Los ciudadanos necesitan referencias, pero el mapa mediático está tan saturado y es tan complejo, que solamente calan los mensajes más simples y unívocos.

En este sentido, la necesidad de contar con líderes fuertes y visibles es todavía más importante.  El PSOE en Aragón y en Zaragoza es un ejemplo de ello. Sólo así se justifica el hecho de que seamos el único territorio donde el PSOE no sólo no retrocede sino que avanza, según las encuestas del Heraldo.

Marcelino y Juan Alberto encabezan una organización potente y cohesionada. Un tándem político que ha consolidado al PSOE como el gran partido de gobierno que es, haciendo que los grises años del PP parezcan ya, a estas alturas, una mera anécdota temporal.

El gran acierto del PSOE en Aragón y Zaragoza, la receta de nuestro éxito, inspirada en  la personalidad de nuestros líderes, ha sido ser consciente de que el PSOE no es patrimonio de sus dirigentes, ni tan siquiera de los afiliados, que va más allá incluso de los millones que nos votan. Porque el PSOE es propiedad de la sociedad entera y está al servicio de la justicia social, el progreso colectivo  y el avance ético y moral.

Esta idea es la que debemos recordar a diario, esta es la única verdad que debe inspirar nuestro trabajo, esta debe ser la fuerza que nos impulse, que nos espolee a ocupar las calles y las plazas, que nos llene de razones para explicar nuestras ideas, que motive y legitime nuestro trabajo.

Sólo así seguiremos ganando elecciones en esta tierra. Sólo así seguiremos teniendo la posibilidad de seguir transformando las cosas.

Somos la izquierda posible, que no es poco.